“Alákölpa stsöke̱ |Mujeres que cantan: memoria de las creadoras sonoras”
Becario= Ignolio Nercis Sánchez
Objetivo del proyecto= Crear un espacio seguro, inclusivo y respetuoso de la cultura en el que las portadoras de tradición puedan dar a conocer y transmitir el canto de las mujeres bribris a las nuevas generaciones.
Reflexión final
Ha sido un honor acompañar a estas 4 creadoras sonoras a lo largo de meses, se ha vuelto un período más bien corto pero lleno de información qué procesar con las portadoras de cultura.
Los temas como: espacios físicos, horarios, estrategias de aprendizaje, repertorios de cada cantora y cada estilo se han empezado a comprender apenas, con la ayuda de la mediación cultural y a registrar a través de la mediación tecnológica.
Este ha sido un proceso sencillo en su forma, y fluido en su desarrollo, pues está basado en las observaciones realizadas por la mujeres que cantan, en cada detalle: lugar, horarios, alimentación, contenidos.
El papel de las asistentes y los mediadores ha sido fundamental y se ha dado bajo la guía de las portadoras de tradición, como parte del modelo que sigue las formas de la cultura bribri y cabécar.
Queda el reto de tener mayor cantidad de mediadores/mediadoras, tanto intérpretes del bribri cotidiano con conocimiento del bribri ritual, como mediadores tecnológicos, o integrar gradualmente a la asistente en las funciones de documentación al menos sonora de las sesiones, para el diálogo posterior entre mediador cultural y portadora.
También es un reto integrar a la población con diversidad funcional, a solicitud de las maestras que atienden a este tipo de población.
Esta es una labor continua, que no finaliza con el cierre del período de ejecución de esta Beca Taller, este período ha nutrido este proceso con información vital para crecer y aplicarse en otras comunidades indígenas que tengan géneros de canto, poesía, narración – tradición oral – que requiera urgentemente ser apreciada y llevada al conocimiento de las nuevas generaciones.
Como bien hemos comprendido, el primer paso es justamente ese: la apreciación del canto. Es un canto complejo para ser replicado o comprendido en un período corto de la vida, requiere de profundas referencias para ser asumido por una nueva intérprete o creadora, es una labor de constancia en la que la disponibilidad de las portadoras como fuente de tradición es una condición central, y juntos hemos logrado encontrar una manera respetuosa de convocarlas y hacerlas dueñas de un proceso que las lleva a continuar una tarea conocen muy bien, el resguardo, el uso apropiado y la entrega a una nueva generación de una forma de expresión tan propia de las mujeres de los pueblos bribri y cabécar.
La constancia es imprescindible, tanto en la construcción de un vínculo de respecto y confianza con la portadora, como en la creación y cumplimiento de las expectativas de las y los participantes. El regresar una y otra vez a estas sesiones es culturalmente pertinente, se relaciona con el método llamado “poner la mano”: “Poner las manos” es la enseñanza y el aprendizaje multisensorial de los cargos tradicionales. El joven o la joven aprendiz deja que quien le instruye le “ponga las manos” le guíe en cada movimiento sobre el cacao, sobre las piedras… así la información llega en forma de memoria, de registro del aroma, de la temperatura, del movimiento…
“mikè e' ulà klö́ u̱ k kë́ képa" - la mayor va poner la mano - “Mikã se' ulà kIöne dékà tchétökicha” - cuando a una le “pusieron la mano” cuatro veces… (cuando una ha hecho ese procedimiento 4 veces, entonces está lista).
Esto implica regresar a la portadora varias veces en busca de la misma información, relacionarla con una serie de estímulos sensoriales y fijarla en la memoria hasta que se demuestre que es capaz de realizar el trabajo sin que la portadora “ponga sus manos” para guiar.
Un proceso como estos implica un cortejo entre los y las jóvenes y sus mayores portadores de tradición y como toda relación implica constancia para construir la confianza y demostrar el interés genuino.
La gran mayoría de las y los participantes no se convertirán en cantoras o cantores, pero han sido expuestos a apreciar el género del canto Ajkoyonök y no les será extraño o indiferente a lo largo de sus vidas. Esta exposición también es crucial para que las portaras encuentren eventualmente a nuevas intérpretes y creadoras a quienes Sula’ les ha enviado para llevar esta memoria hacia adelante en el tiempo.
Alákölpa stsöke̱ |Mujeres que cantan: memoria de las creadoras sonoras ha sido un respetuoso canto a esta tradición y a la posibilidad de que aún estén naciendo en la tierra de Ará nuevas cantoras para las antiguas palabras, con los pies en el mundo contemporáneo y los ojos mirando hacia atrás en la memoria de sus ancestras.